“Es preciso soñar. Pero con
la condición de creer en nuestros sueños. De examinar con atención la vida real,
de confrontar nuestra observación con nuestros sueños y de realizar
escrupulosamente nuestra fantasía” (V. Lenin)
Dentro
del territorio Colombiano hay una gran diversidad étnica y cultural en la que
el Ministerio de Educación Nacional tiene un gran compromiso para lograr
orientar y establecer los lineamientos pedagógicos y curriculares de la forma más
adecuada para todas las comunidades étnicas, es por eso que el Estado
Colombiano asume la obligación de corresponder a las necesidades educativas
Afrocolombianas, Indígenas, room, entre otros; algunas de ellas muy
particulares y complejas en el sentido de las grandes diferencias que los
enmarca incluso al interior de las comunidades, por ello el Estado ha creado
una serie de políticas educativas que promueven la educación al interior de
estas comunidades; haciendo la claridad que estas políticas fueron el resultado
de una larga lucha que durante décadas los movimientos sociales consiguieron en
busca de sus reivindicaciones propias, en lo que refiere a las politicas
educativas para grupos étnicos fue necesario pensar en esas personas encargadas
de poner en practica dichas políticas, para ellos se pensó en los Etnoeducadores,
siendo además de docentes, sujetos críticos que comprenden la pertinencia de
las comunidades y que establecen procesos de transformación en la sociedad.
En
el texto [1]“LOS ETNOEDUCADORES ESOS NUEVOS SUJETOS DE LA
EDUCACION COLOMBIANA”de Elizabeth Castillo se apunta que las luchas
populares y la movilización social se encargó de promover esa transformación que
conllevó a hoy enseñar y aprender la etnoeducación y el desarrollo de esta como
programa de educación universitaria encontrada hoy en algunas instituciones de educación
superior, lo cual inngeblemente es un logro para la nación Colombiana en
términos del reconocimiento y la inclusión.
Después
de una larga trayectoria en la que la
misma comunidad afrocolombiana educaba a sus miembros, se emprende una larga
lucha en los años 80 por el reconocimineto
de sus saberes y su experiencia educativa, lucha que fue la base para la
construcción de una política que les otorga
en los noventa el reconocimiento y legitimidad negados por mucho tiempo por
parte de la administración educativa oficial, esto por un lado, porque también
hubo un periodo de gestación decondiciones por parte de las comunidades
indígenas con la puesta en marcha de programas y proyectos por parte de
organizaciones indígenas. El
Ministerio de Educación mediante su resolución
3454 crea el programa Nacional de Etnoeducacion, recién su conformación, es de
carácter único indigenista, posteriormente la organización de Afrocolombianos contribuye
a la ampliación del concepto de Etnoeducacion,“por medio del decreto 804 de 1995 en los lineamientos de la catedra de
Estudios Afrocolombianos y que también se convierte en un proyecto para el
conjunto de la población Colombiana por medio del decreto 1122 de 1998.”[2]
Con
estos antecedentes se resumen a groso modo el comienzo del proyecto Étnico-Político llamado Etnoeducacion.
Es
de nuestro conocimiento que en Colombia, País de gran diversidad, creeríamos,
es en todos los aspectos imaginables porque aparte del reconocimiento mundial y
empresarial por los recursos naturales entre ellos la flora y fauna, por
supuesto, también existen los Étnicos y Culturales. Sin embargo abordar toda esta
diversidad resulta complejo, este es un
ensayo sencillo y carente del bagaje académico e investigativo, por lo cual habrá
un énfasis en dos comunidades como lo son la Afrocolombiana y la Indígena, este
énfasis intentara no mostrar detalladamente
la cultura de cada uno sino tal vez algunas limitantes que el Estado Colombiano
brinda a la educación étnica, describiendo sus condiciones educativas
actuales y de una alguna manera generar supuestos sobre como podría ser la
Educación Nacional para todas y todos quienes han nacido en este territorio llamado
Colombia, porque pese a las diferencias
en diversos aspectos, es el detalle de ser hijos de esta tierra, la
característica común que cobija a todos y todas las colombianas, a los que de
alguna forma se le deben cubrir los mismos derechos civiles y las condiciones
para la relación de todos con la mayor armonía, en pro de la construcción y
formación de un Paísmás justo.
Para
hablar de las comunidades indígenas dentro de nuestra región, encontramos la Embera como la que hace fuerte
presencia en la ciudad y proveniente de municipios de
Risaralda y por supuesto de la zona rural montañosa, han atravesado por un
fenómeno migratorio,desde sus lugares de origen hacia las grandes ciudades; son varios los motivos, pero para hablar de
ellos sería necesario hacer un estudio riguroso de ello, lo que no es el objeto
de este ensayo, en lo que si hay que enfatizar es en la presencia que poco a
poco viene aumentando en la ciudad de Pereira por parte de los Embera, a lo que
los programas etnoeducativos de la universidades y los estudiantes de los mismo
deberían prestar gran atención, pues en ellos está la oportunidad de demostrar
la pertinencia de dicha carrera para el país en estos contextos; y no solo para
ello, también en la lucha por el reconocimiento de los Embera como grupo étnico
con derechos iguales al de cualquier ciudadano y que su presencia vulnerable
dentro de la urbe es debida a las políticas mal estructuradas de los
gobernantes tanto municipales como nacionales.
En
el presente curso se ha mencionado la importancia del conocimiento ancestral
como elemento fundamental para establecer una identidad, así como la producción
y promoción de productos propios, esto como un gran potencial para hacerle
frente al mercado globalizado y a los productos y servicios que llegan de
afuera del país. He aquí otro compromiso
que debe adquirir el Etnoeducador, teniendo en cuenta que las comunidades
étnicas no son solo su campo de acción y por el contrario existen muchos otros
espacios por explorar, ya que no se trata solo de visitar y enseñar, sino de
gestar realmente un desarrollo político tanto al interno como al exterior de estas.
A lo que se quiere llegar es a que en nosotros está la responsabilidad
de transformar la concepción de desarrollo equivoca que existe en el País y que
el reconocimiento a las comunidades étnicas de sus derechos y de su
participación, son la clase en la en la formación y construcción de la nación colombiana.
Las
Comunidades Afrocolombianas gracias a sus manifestaciones y su búsqueda por garantías
necesarias para poder acceder a derechos fundamentales, logran la formación de
la catedra en estudios Afrocolombianos que se reglamenta con el decreto 804 de
1995, aquí debemos reconocer importancia de esta catedra como elemento no solo de
memoria histórica y cultural, si no como se mencionaba anteriormente elemento
importante en la construcción de una identidad como nación Colombiana,
lamentablemente no ha sido aplicada dentro de los currículos de las escuelas y
demás instituciones educativas o por lo menos no es una generalidad, aquí
resaltamos la importancia y el vínculo que tiene la Etnoeducacion y el Etnoeducador,
para poder establecer procesos de identidad de los y las ciudadanas, en
términos concretos la catedra afrocolombiana deberá ser transversal a los
currículos de las escuelas y universidades, abarcando así
desde la primera infancia.
Manuela Hoyos
Daniel Lopez
Angela Esteban
importante contextualizar cual es el rol y el papel del etnoeducador en nuestra nacion, muy buen producto.
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